La injusticia de la justicia social

Por Joshua Philipp - La Gran Época
08 de Junio de 2019 10:10 AM Actualizado: 08 de Junio de 2019 10:10 AM

En la ciudad de Nueva York una reciente capacitación sobre “sesgo implícito” está siendo criticada por promover el racismo bajo el pretexto de luchar contra el racismo, y por presionar a favor de la discriminación bajo la bandera de la “igualdad racial”. Según The New York Post, a los maestros en el curso se les dijo que favorecieran a los estudiantes negros por encima de los blancos, independientemente de los niveles de pobreza.

Las personas que se unieron a la capacitación para luchar supuestamente contra el “racismo” incluso regañaron y humillaron a una mujer judía por contar una historia sobre cómo su familia sobrevivió al Holocausto bajo el nacionalsocialismo (nazismo) de Hitler. Ella contó su historia como una analogía de lo peligroso que es excluir a ciertos estudiantes debido al color de su piel. Como respuesta, según el Post, ella dijo: “Fui atacada verbalmente por un superintendente negro frente a mis colegas. Me dijo: ‘¡Esto no se trata de ser judío! Se trata solamente de chicos negros y marrones de color. Ten cuidado’”.

“Estaba traumatizada”, dijo la mujer judía, según el Post. “Fue como en 1939 otra vez. No podía creer que esto me pasara en Nueva York”.

Por supuesto, incidentes como este podrían ser considerados como un conflicto personal común y corriente, si no fuera por el hecho que en la ciudad de Nueva York, la administración de Bill de Blasio estuvo creando programas sociales basados en esta idéntica forma de discriminación racial.

Bajo la bandera de la justicia racial, por ejemplo, el Alcalde de Nueva York Bill de Blasio del partido demócrata, está presionando por un nuevo programa escolar, que se centra en la igualdad de resultados, más que en la igualdad de oportunidades, lo que significa que las personas se ven obligadas a obtener el mismo resultado, independientemente de cuánto esfuerzo se haga para alcanzarlo.

Bajo este sistema, y otros similares, el racismo se practica bajo la bandera de la lucha contra el racismo, la desigualdad se practica bajo la bandera de garantizar la igualdad, y la discriminación se convierte en la herramienta para desafiar la “discriminación”.

Es un sistema que enseña a la gente a practicar lo que dicen oponerse y a odiar a cualquiera que los cuestione.

Desafortunadamente, la gente que sigue la ideología socialista por lo general no puede ver la hipocresía de sus propios puntos de vista cuando se discuten asuntos. La profesora judía que fue atacada delante de sus colegas vivió un momento de odio en nombre del progreso social.

El odio y la discriminación son partes centrales del socialismo. El sistema no puede existir sin incitar al odio entre las masas, ya que el odio se utiliza para enmarcar sus distintos temas de discusión, y estos temas de debate impulsan las políticas socialistas de la “lucha de clases”.

A las personas que siguen el socialismo se les dice que están justificadas para odiar a ciertos grupos de personas, sobretodo en detrimento de la civilización del siglo pasado. Alentando el odio, los regímenes socialistas han llevado repetidamente a la gente a cometer genocidio. Esto incluye el Holocausto bajo el nacionalsocialismo de Hitler, los programas de Lenin para matar a los campesinos ricos de “kulak”, los programas de Mao para matar a terratenientes y “derechistas”, y genocidios similares.

La “justicia” de la que hablan los socialistas es en realidad una inversión de la justicia. Esto se remonta a sus raíces en el pensamiento comunista.

En “El Manifiesto Comunista”, Karl Marx y Friedrich Engels enumeran la libertad y la justicia como “verdades eternas” que son “comunes a todos los estados de la sociedad”. Sin embargo, inmediatamente después afirman: “El comunismo suprime las verdades eternas”, lo que, como explican, incluye la libertad y la justicia.

Y en lugar de redefinir los valores de libertad y justicia, o intentar crear nuevos conceptos de ellos, Marx y Engels afirman que el comunismo busca abolir estos valores por completo, además de destruir “toda religión y toda moralidad”.

El socialismo es simplemente el motor para conseguirlo. Durante la época de Marx y Engels, todavía no había ningún gobierno socialista o comunista, y los movimientos socialista y comunista eran sinónimos entre sí. El socialismo fue visto como el sistema totalitario utilizado para alcanzar las metas del comunismo: la ruina de la moralidad, las creencias y la cultura tradicional.

El socialismo fue lo que Marx llamó “la dictadura del proletariado”, y Lenin llamó “el monopolio capitalista de estado”. La idea del socialismo era crear un régimen totalitario, para apropiarse de la capacidad de participar en el libre comercio de la gente común, y en su lugar colocar estas habilidades únicamente bajo el control del Estado.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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