Lito Cruz: Un actor argentino en busca de respuestas

06 de Noviembre de 2014 11:28 AM Actualizado: 14 de Agosto de 2015 11:43 AM

Si de actores argentinos se trata, Lito Cruz sin duda es uno de los principales referentes por su habilidad para componer personajes, su amplia trayectoria y los reconocimientos obtenidos por ella.

Además de su numerosa filmografía en cine y televisión, ejerció cargos públicos relacionados con la cultura, dictó clases de teatro y en 1978 fundó un estudio que en la actualidad se encuentra en el corazón del centro porteño, en el cual se formaron grandes actores y fue declarado de interés cultural por la Legislatura de Buenos Aires.

Cuando se apagan los flashes, Lito Cruz se muestra sincero y espontáneo, es – como él mismo se definió- un “buscador de respuestas” a quien le intriga y seduce el misterio y lo desconocido. “Yo no sé nada, soy un buscador”, admitió.

En su búsqueda de la realización profesional

LGE: ¿En qué momento sintió que podía vivir de la actuación, y que iba a ser su profesión?

En realidad nunca, es como la vida. Estudiaba arquitectura, dibujaba, y poco a poco el teatro me fue ganando y empecé a vivir de él casi sin darme cuenta, un trabajo aquí, otro allá, y poco a poco se fue haciendo mi profesión, sin una elección sino simplemente por hacerlo, fue muy natural, no fue una elección que yo recuerde.

Empecé a los 15, ahora ya tengo 74 años. Estudié arquitectura hasta tercer año, antes de eso me recibí de maestro mayor de obras, pero fue el teatro el que se convirtió en mi profesión, sin buscarlo.

LGE: ¿Tuvo alguna influencia?

Yo nací en Berisso, capital del inmigrante, allí había 74 colectividades, cada colectividad tenía un teatro donde cantaban, bailaban y actuaban sus propias historias y sus orígenes. Un poco para que los chicos se enterarán de dónde venían ellos y para que sepan adonde ir después. El teatro en Berisso era una cosa natural de todos los sábados, los domingos y después de todas las artes teatrales aparecía el tango, todo el mundo lo bailaba y eso unía a todas las colectividades.

LGE: Usted se ha definido como un militante del teatro, ¿qué lo motiva a serlo?

La cosa cotidiana. Es la vida, vos te convertís en un militante sin darte cuenta de aquella cosa que te gusta ser, pero para mí no hay una elección fundamental, maravillosa, sino que simplemente la vida te lleva a tomar decisiones casi sin darte cuenta, que creo que son las más naturales.

LGE: En la actuación le ha tocado encarnar distintos personajes, ¿con cuál  o cuáles se ha sentido más cómodo?

La actuación es una especie de actividad que de por sí te da felicidad, hagas un bueno, un malo, un viejo, un joven. En realidad el hecho de ingresar a la ficción por medio del cuerpo te produce una satisfacción. El cuerpo del actor es fundamental porque el arte se produce cambiando cosas de tu cuerpo, como la danza. En todas las otras artes se cambian los objetos de afuera, como la pintura, la escultura, donde se cambian objetos y se produce el hecho artístico pero en la danza y el teatro, lo que se cambia es tu propio cuerpo para producir el arte.

Todo el arte del actor es crear segundo a segundo un mundo de ficción, aparece el llanto y uno se emociona, y además te pagan por llorar, no está mal, a veces la gente se aprovecha un poco de eso y lo hace como negocio. Para mí es una manifestación de cosas que les pasan a los personajes, lo mismo la violencia, la alegría, la ambición, la envidia. Esas cosas es importante que uno las articule para que el espectador pueda comprender lo que le pasa a Otelo con los celos, a Ricardo III con la ambición, a Romeo y Julieta con el amor, el actor los articula para que el espectador comprenda esos sentimientos y los reconozca en sí mismos.

Uno siempre tiene etapas por cumplir y esas etapas están acompañadas por los años

LGE: ¿Se siente realizado a nivel personal y profesional?

No.

LGE: ¿Qué siente que le falta?

Todo, yo creo que nunca te sentís realizado porque es como el horizonte, tenés que seguir porque siempre está en algún lugar más allá, es como la persona que escala el Everest, el año que sigue quiere subir otra vez y más alto. Simplemente cumplís etapas, entonces lo que uno tiene que saber es que estar realizado es que ya cumpliste todas las etapas y creo que no tiene mucho sentido eso porque dejás de vivir. Uno siempre tiene etapas por cumplir y éstas están acompañadas por los años. En la juventud tenés un período de tiempo para cumplirlo, en cada etapa uno puede cumplir su ciclo que te lo comanda la edad.

Lito Cruz dialogando afablemente en su oficina empapelada de fotos y recuerdos (Foto: Elina Villafañe/La Gran Época)
Lito Cruz dialogando afablemente en su oficina empapelada de fotos y recuerdos (Foto: Elina Villafañe/La Gran Época)

En su búsqueda de percibir lo intangible

LGE: ¿Cómo ve la sociedad argentina en estos momentos?

La veo evolucionando a la par de la explosión demográfica del mundo. Creo que es el gran tema de la humanidad, entonces van cambiando las direcciones políticas, económicas y sociales. En este momento, en todo el mundo, en todas las fronteras, hay personas arriesgando sus vidas para buscar pan en el otro país, pasa acá y pasa en todos lados. Esto hace que los gobiernos modifiquen sus políticas pero éstas no son tan rápidas como la explosión demográfica. Por ejemplo, desde que yo nací hasta hoy hay 20 millones más de personas, esto hace que la comida, el agua, el gas y la energía sean más escasos y los gobiernos tengan que maniobrar con todo eso.

LGE: ¿Tiene alguna creencia espiritual?

Tengo hipótesis de vida, no creencias. La gente cree en todo aquello que es improbable, lo que no puede ver ni probar, yo prefiero creer en lo que puedo comprobar y sino prefiero la duda, el misterio, yo soy un buscador. Me considero un buscador de por qué estamos en el mundo.

LGE: ¿Cree en la vida más allá de la muerte física?

Siento que hay un más allá, creo que el hombre va hacia algún lugar como destino de humanidad. Evidentemente lo que nunca termina es la vida, mi teoría es que la vida es un viaje y la muerte es una parte de ese viaje de la vida en donde se transforma en otras cosas.

Para mí Dios es una experiencia que siempre vas a tener cuando hacés una obra de bien

LGE: ¿Qué es Dios para usted?

Para mí Dios es una agradable sensación. Ayudás a cruzar la calle a un ciego o ayudás a un chiquito… ¿y qué es el diablo? Es una desagradable sensación. Está todo tan cerca de uno como uno quiere y está tan lejos como uno quiere, pero está en cada instante. Entonces para mí Dios es una experiencia que siempre vas a tener cuando hacés el bien, un servicio, una obra de bien y cuando hacés el mal tu organismo te dice lo contrario.

LGE: ¿Tiene que ver quizás con alguna energía?

Todo es energía… Todo lo que el hombre ha descubierto en el mundo ha estado siempre en el aire: la electricidad, el viaje por televisión de una imagen, internet. En realidad estuvo siempre, el hombre fue descubriendo lo que ya está.

Hay más cosas en el aire, hay ciertas percepciones. ¿Por qué me fui de este lugar? ¿Por qué me quedé? Viste que uno dice qué mala onda o qué buena onda. Uno no le da importancia pero en el aire hay ciertas cosas eléctricas, hay ciertas cosas espirituales que nos conducen, por lo menos como hipótesis lo digo. Todo viaja por el aire, evidentemente en el aire está todo el secreto, pero no lo ves.

Por ejemplo en las ruinas del Machu Picchu subís y todo te invita a seguir sin darte cuenta hasta llegar al arco central.

Todos los órganos que tenemos los seres humanos nacieron por necesidad, si te quedás ciego por alguna razón, por necesidad se desarrolla el oído, el tacto, el olfato. Yo creo que también hay órganos que no están desarrollados para percibir algo más de lo que perciben los 5 sentidos. Para que ese órgano pueda despertarse, porque está en nosotros, tenés que tener la hipótesis de que hay algo más de las cosas que perciben los 5 sentidos, entonces tal vez ese órgano empiece a funcionar y tal vez está funcionando y no nos damos cuenta. Cuando elegís por ejemplo: voy a caminar por esta calle y no por aquella, a todo eso no le das importancia pero vos estás percibiendo y ese órgano de percepción es el que no nos han enseñado a darle importancia.

En el aire hay ciertas cosas espirituales que nos conducen

LGE: ¿Cómo ve la humanidad de cara al futuro?

Veo un buen futuro, en líneas generales la humanidad avanza hacia un progreso importante y aún quedan muchos misterios por descubrir.

LGE: Dicen que hay dos caminos para los descubrimientos, a través de la ciencia o a través del espíritu…

Sí, pero la ciencia ya casi es mística y el espíritu ya es casi ciencia, supongo yo que será así, ya están trabajando muy juntos, hasta el científico Hawking (Nota del editor: quien se ha declarado ateo) dice que lo último que queda es Dios.

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