Mujer retenía 33 inmigrantes guatemaltecos en su sótano, debían pagar ‘la tarifa’ por haberlos ingresado a EE.UU.

Por Anastasia Gubin
29 de Marzo de 2019 10:13 AM Actualizado: 29 de Marzo de 2019 12:00 PM

Las autoridades federales informaron ayer a la prensa que encontraron a 19 adultos y 14 niños inmigrantes guatemaltecos en el sótano de un hogar de Cicero, un suburbio de Chicago, luego de hacer una redada el martes por la mañana, tras una denuncia al FBI, que los ciudadanos estaban retenidos en el sótano y obligados a trabajar “esclavizados”.|

Un fiscal informó que la FBI tuvo que derribar todas las puertas del domicilio ya que los inmigrantes en el interior no les abrieron. La dueña del inmueble, Concepción Malinek, una ciudadana con nacionalidad estadounidense y guatemalteca fue detenida como presunta responsable tras una audiencia el jueves 28 de marzo, informó Chicago Sun Times.

Los agentes dijeron que descubrieron el hogar de Malinek en condiciones “deplorables” con cucarachas y aguas residuales acumuladas en el sótano, donde dormía incluso un bebé de 18 meses.

Había colchones “por todo el lugar”.

Las denuncias salieron a la luz después que un compañero de trabajo de una de las víctimas se acercó al FBI reportó Chicago Sun Times el 27 de marzo tras conocerse los primeros hechos.

De acuerdo a los testimonios supuestamente Malinek les dijo a los inmigrantes que no podían abrir la puerta a ninguno y no podían irse hasta que pagaran deudas con ella por miles de dólares, incluyendo el alquiler.

Una víctima, que vivía en la casa con su hija de 15 años, dijo que conoció a Malinek en la construcción de un hotel que tenía en Guatemala. Le cobró USD 18.000 por permitirle usar su nombre y residencia en el papeleo de inmigración.

Su hija fue la única que pudo vivir en el primer piso de la residencia y se le permitió visitarla en el sótano “sólo por períodos de tiempo limitados”.

En la audiencia del jueves reportada por Chicago Sun Times y ABC7, se supo que la niña de 15 años habría recibido de Malinek una identificación con 27 años de edad y fue enviada a trabajar en la fábrica cinco días a la semana, informó Chicago Sun Times.

Otro inmigrante dijo que Malinek le cobró USD 7000 por ingresarlo en Estados Unidos después de haber sido detenido con su hijo de 12 años. Malinek supuestamente también hizo los arreglos para que su esposa y su segundo hijo se unieran a él por USD 30.000.

Agentes de la Patrulla Fronteriza hacen que los inmigrantes ilegales pongan sus pertenencias en bolsas de plástico para facilitar su proceso, antes de transportarlos al condado de Hidalgo, Texas, el 26 de mayo de 2017. (Benjamin Chasteen/The Epoch Times)

Un tercer inmigrante afirmó que cuando se atrasó con los pagos, la mujer se negó el acceso al baño hasta que le pagase una tarifa por el retraso.

La queja criminal presentada a principios de esta semana acusa a Malinek, de 49 años, de trabajo forzado, señala el informe de prensa.

La defensa de la acusada argumentó que ella había tratado de ayudar a los inmigrantes, ofreciéndoles refugio, pero el asistente del abogado Christopher Parente que argumentó la causa en su contra, aseguró que había “explotado a los explotados” para obtener ganancias financieras.

No te atrevas a decir que tiene un buen corazón“, dijo Parente, según Chicago Sun Times.

Agentes de la Patrulla Fronteriza hablan con menores no acompañados que cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México, antes de cargarlos en una camioneta para transportarlos a una oficina de Refugiados y Reasentamiento, en el condado de Hidalgo, Texas, el 26 de mayo de 2017. (Benjamin Chasteen / La Gran Época)

Parente destacó en la audiencia del jueves 28 de marzo en el Palacio de Justicia Federal de Dirksen, que la evidencia en contra de Malinek se estaba “fortaleciendo cada minuto”. También dijo que el esposo de Malinek, un oficial de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), una Agencia Federal, era también un tema de la investigación.

“La TSA se ha dado cuenta de que el cónyuge de un empleado fue arrestado en relación con un supuesto caso de trata de trabajadores. La TSA está cooperando con la policía durante su investigación”, comunicó la TSA, según Chicago Sun Times.

El libro de cuentas

Los fiscales dijeron que Malinek ayudó a los inmigrantes a cruzar a Estados Unidos, mediante el uso de su nombre y dirección o incluso mediante el pago de la tarifa aérea. Ella les decía luego que le debían miles de dólares y los ayudaba a encontrar un empleo en una fábrica de Romeoville para recibir el dinero.

Supuestamente los obligaba a vivir en su sótano para recolectar grandes porcentajes de sus cheques de pago, hecho que ella misma registró en un libro de contabilidad lleno de las firmas de las víctimas, escrito en”lenguaje de tipo de contrato con respecto a las deudas contraídas con Malinek”.

En relación a una de las víctimas en el libro hay una oración que dice: “usted es libre de irse o quedarse después de que se haya pagado la deuda”.

Inmigrantes guatemaltecos deportados de Estados Unidos llegan en un vuelo a la ciudad de Guatemala, el 9 de febrero de 2017. (John Moore / Getty Images)

Antes de la audiencia se supo el caso de una presunta víctima que ganaba en la fábrica USD 1956 al mes y le daba a Malinek USD 974 por mes. La mujer anotó de ese dinero USD 200 para su deuda, USD 424 para “facturas”, USD 200 para el costo del transporte de los trabajadores a sus trabajos y USD 35 para un teléfono, reportó Chicago Sun Times.

Los fiscales federales dijeron que Malinek amenazó a los trabajadores y les dijo que si decían una palabra, serían deportados y ella se quedaría con sus hijos, informó ABC7.

Una agencia sin valor

El abogado defensor de Malinek, Raymond Pijon, dijo el jueves que muchos de los inmigrantes eran familiares que habían huido de Guatemala por lo que puso su propia casa en riesgo al dejar que se quedaran allí. “Había un gran corazón detrás de eso”, dijo Pijón, según el reporte, “porque sabe lo que está pasando en Guatemala”.

Sobre el hotel Malinek, que la mujer estaba construyendo en Guatemala, de unos USD 30,000. Su abogado lo describió como una “fortaleza” o “lugar seguro” para que la gente se quede.

Pijón además aseguró que funcionarios de inmigración visitaban la casa de Cicero donde la mujer tenía los inmigrantes una vez por semana y conocían a las personas que vivían allí. También dijo que los “servicios sociales” de Illinois habían visitado la casa.

Una agencia sin valor, en mi opinión”, respondió el juez de la Corte Suprema Jeffrey Cole a PIjo

Parente explicó que los inmigrantes no denunciaron porque la mujer se aprovechó del miedo que tenía a ser deportados. Mientras estaban en el lugar las víctimas dijeron que fueron amenazados a ser deportados.

El Juez Cole no aceptó el argumento de Pijon y ordenó que mantuvieran a la mujer bajo custodia federal. El señaló que Malinek parecía tener “un exceso de dinero” disponible, y el riesgo de que pudiera huir era “bastante enorme”.

Vecinos

La vecina de casa Guadalupe Ramos, de 45 años, dijo a Chicago Sun Times que ha vivido en la calle durante tres años y que las personas que vivían allí eran reservadas. “Estaba confundida por toda la actividad que estaba sucediendo temprano en la mañana” el martes. “Acabo de ver una fila de niños siendo escoltados fuera de la casa. Fue justo antes de que empezara la escuela”.

Ella contó que veía a unas tres mujeres caminar a la escuela por las mañanas.

Otro vecino, que pidió permanecer en el anonimato, contó al medio de prensa que veía a Malinek salir de la casa a las 5 de la mañana, mirar alrededor y señalar para que numerosas personas corrieran a una furgoneta. Entonces ella se marchaba. Ella repetía esto a la 1:30 p.m. y luego otra vez a las 10 p.m. todos los días.

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