Huye de China para evitar un aborto forzado y se convierte en la voz de miles de inocentes encarcelados

Por The Epoch Times
05 de Agosto de 2019 11:04 PM Actualizado: 07 de Agosto de 2019 2:35 PM

En una noche nublada, una joven madre llamada Wang Shan Shan escapó sola de China en contra de la voluntad de su marido, todo para salvar a su bebé que estaba por nacer.

Su viaje al otro lado del mundo fue abrumadoramente difícil, pero le permitió recuperar su seguridad, así como ayudar a otros como ella que aún permanecen en su país de origen.

Shan Shan creció en una familia de cuatro hijos, a pesar de la política de un solo hijo del régimen chino en ese momento. Su madre era maestra de primaria y su padre era profesor de secundaria. Como castigo por tener demasiados hijos, la pareja perdió sus trabajos.

El padre de Shan Shan se enfermó por el estrés tratando de llegar a fin de mes. Luego la tensión empeoró a medida que aumentaban las facturas del hospital. Los hermanos pasaron muchas horas fuera de la casa, no para jugar, sino para escapar de las fuertes discusiones de sus padres.

 Shan Shan
La mamá de Shan Shan. (Cortesía de Shan Shan)

Cuando en 1996 su familia comenzó a practicar Falun Dafa, la lucha contra las adversidad comenzó a disminuir. Shan Shan tenía 15 años en ese momento, y recuerda claramente cómo la salud de su padre también mejoró, dijo en una entrevista con La Gran Época.

“Fuimos felices”, recordó Shan Shan.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica de mejora espiritual que enseña los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, junto con cinco ejercicios de meditación.

Practicantes de Falun Dafa hacen la meditación en un parque público. (Crédito: NTDTV)

Pero en 1999, Jiang Zemin, el entonces líder del Partido Comunista, lanzó una campaña nacional de persecución contra Falun Gong. Se cree que sintió que la popularidad de la práctica, que contaba con alrededor de 100 millones de practicantes, era una amenaza para el control del Partido Comunista Chino (PCCh) sobre el país.

Los practicantes de Falun Gong en toda China corrían el riesgo de ser arrestados, torturados y asesinados, pero valientemente se aferraron a su fe.

El padre de Shan Shan, Wang Guanghui, fue arrestado cuatro veces por practicar Falun Gong. Una vez Shan Shan tuvo que pagar 200 yuanes (USD$ 33) para comprar 20 minutos de tiempo para ver a su padre en un centro de detención en la ciudad de Shaoyang.

Dos oficiales de policía chinos arrestan a un practicante de Falun Gong en la Plaza de Tiananmen, en Beijing, el 10 de enero de 2000. (Minghui.org)

Durante la visita, una ventana de vidrio la separó de su padre. Estaba delgado, severamente magullado y tenía una tez espantosa. Se comunicaron a través de una pequeña pizarra que proporcionaba la prisión. Con mucha dificultad, levantó la mano para escribir y preguntar por qué su madre no había venido. Shan Shan no tuvo el valor de decirle que su madre fue detenida en otro lugar.

Unos meses más tarde, en septiembre de 2009, el padre de Shan Shan falleció de insuficiencia renal.

Pero el sufrimiento era interminable, ya que la madre de Shan Shan, Liu Aihua, fue arrestada al menos ocho veces.

Uno de los arrestos más dolorosos, dijo Shan Shan, fue en agosto de 2011. Su hermana acababa de tener una cesárea y su bebé estaba en cuidados intensivos. Aihua llegó para cuidar a su hija, pero la mañana del 20 de agosto, la policía se reunió alrededor de la casa y arrestó a la abuela.

“Apenas podíamos cuidarnos y ahora arrestaron a nuestra madre”, dijo Shan Shan a Notisalud.org. “Para nosotros, fue como si el cielo se derrumbara”.

Mientras tanto, la policía siguió visitando a su familia todos los meses para vigilarlos, y su casa fue saqueada en múltiples ocasiones.

“Nuestros amigos y familiares fueron amenazados y hostigados”, recordó. “Tuve pesadillas de mis padres siendo torturados… Es difícil imaginar cómo sobrevivimos ese momento”.

Una reconstrucción de un método de tortura aplicado a un practicante de Falun Dafa por la policía en un centro de detención. (Minghui.tv)

Shan Shan se casó y tuvo una hija, y su madre pudo estar a su lado para la llegada de su nieta. Desafortunadamente, su esposo fue presionado para que le pidiera el divorcio, porque su matrimonio con una practicante de Falun Gong estaba afectando su carrera en el gobierno.

Lo peor de todo es que el PCCh había presionado a Shan Shan para que abortara a su segundo hijo. Ella no podía hacerlo.

En julio de 2012, Shan Shan tenía dos meses de embarazo cuando salió de China para ir a los Estados Unidos. Estaba sola, a excepción de un hermano menor que vivía en el estado de Nueva York. Durante los primeros siete meses, decidió quedarse en la ciudad de Nueva York.

Su madre fue arrestada nuevamente en noviembre de ese año por una docena de policías vestidos de civiles, quienes arremetieron contra la casa donde Aihua estaba trabajando como niñera. Al día siguiente, regresaron y se llevaron 89.000 yuanes (USD$ 10.200) en efectivo del equipaje de Aihua, junto con otros artículos personales. La familia nunca volvió a ver el dinero.

Lo último que Shan Shan sabía era que el corazón de su madre estaba fallando, y dos moretones en su cuello se hincharon en bultos que podrían ser tumores. A la edad de 59 años, Aihua fue sometida a trabajos forzados en una instalación fría y húmeda con luces tenues. También se vio obligada a mirar videos de lavado de cerebro para tratar de volverla en contra de su fe.

En la ciudad de Nueva York, Shan Shan encontró la oportunidad de trabajar para llevar justicia a su madre detenida y a la memoria de su padre fallecido.

Shan Shan da un paso adelante y da a conocer la persecución en China

Shan Shan repartió folletos con información sobre la persecución a Falun Gong. Se reunió con otros practicantes de Falun Gong frente a la embajada china y escribió cartas a Amnistía Internacional, a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y al presidente. Shan Shan también se reunió con miembros del Congreso para discutir la situación de su madre.

“Mi hermana es una persona muy razonable con una personalidad fuerte”, dijo el hermano de Shan Shan a La Gran Época. Él no deseaba ser nombrado.

Una mañana, Shan Shan se despertó en la oscuridad de las 4 a.m. y descubrió que su fuente se había roto. Era el Día de San Valentín de 2013, pero su esposo estaba muy lejos en China y aún no le hablaba.

Shan Shan despertó a su compañera de cuarto, quien llamó a una ambulancia. Mientras iban juntas al hospital, Shan Shan sintió una punzada de dolor en el corazón al pensar en su madre.

Ella dio a luz a su segunda hija y se mudó más cerca de su hermano en el estado de Nueva York. Tan pronto como la hija de Shan Shan creciera y ella pudiera ahorrar algo de dinero, planeaba regresar a la ciudad de Nueva York para continuar sus esfuerzos por los derechos humanos.

Los practicantes de Falun Dafa participan en un desfile en conmemoración del vigésimo aniversario de la persecución a Falun Dafa en China, en Washington el 18 de julio de 2019. (Samira Bouaou/La Gran Época)

En el último informe público sobre la madre de Shan Shan, ella descubrió que Liu Aihua había sido trasladada en agosto de 2014 a la Prisión Provincial de Mujeres de Guangdong, donde permaneció en el pabellón número cuatro.

“Hay millones de familias de Falun Gong como la nuestra que todavía soportan una brutal persecución en China”.

Pero Shan Shan está decidida a sortear todas las adversidades: “No estamos solos”, dijo la joven segura que con el apoyo de más practicantes de Falun Dafa y su firme fe en Verdad, Benevolencia y Tolerancia, saldrá adelante.

Nota:

Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) es un sistema de meditación para el mejoramiento personal basado en los principios universales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Fue presentado al público por el Sr. Li Hongzhi en 1992 en China. Actualmente lo practican más de 100 millones de personas en más de 120 países. Sin embargo, este sistema de meditación pacífica está siendo brutalmente perseguido en China desde 1999. Para más información, por favor visite: falundafa.org.

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