¿Por qué los hombres chinos llaman a sus esposas ‘posos y salvado’ (Zaokang)?

21 de Febrero de 2017 1:27 AM Actualizado: 21 de Febrero de 2017 1:31 AM

Zao significa posos, el residuo del proceso de elaboración del vino. Kang significa salvado, el residuo que queda al pelar el arroz blanco, el trigo y el mijo. Así que ¿por qué los hombres chinos llaman a sus esposas posos y salvado, los alimentos más pobres?

El origen está en la “Biografía de Song Hong” en el Libro de los últimos Han, un documento de corte chino que cubre los años 6 a 189 d. C..

Song Hong fue criado cerca de la ciudad capital de Chang’an (actual ciudad de Xi’an) a principios de la Dinastía Han Oriental. Fue un ministro durante el gobierno del emperador Guangwu.

En el año 26, la hermana mayor del emperador, la Princesa Huyang, perdió a su esposo. Quería casarse nuevamente y puso los ojos en Song, elogiándolo por tener incomparables virtudes y destacada apariencia.

La Princesa le pidió al Emperador Guangwu que examinaran las intenciones de Song. El Emperador llamó a Song, mientras que la princesa se escondió detrás de una cortina.

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“Se dice que cuando uno se hace rico, debería buscar nuevos amigos y casarse con una nueva esposa ¿Es un fenómeno común?” preguntó el Emperador a Song.

Song respondió: “Sólo he escuchado que uno no debería olvidar a aquellos que están dispuestos a ser su amigo cuando se es pobre y de clase baja. Uno no puede abandonar a una esposa Zao-kang, que ha permanecido a su lado a través de tiempos difíciles”. Al decir esto, estaba rechazando a la Princesa.

El Emperador se dio vuelta y le dijo a la Princesa: “¡No hay manera!”.

Desde entonces, los hombres han utilizado ‘esposa Zao-kang’ como expresión de cariño hacia las esposas que han estado con ellos en la dicha y la adversidad.

Además de ser conocido como un funcionario recto, Song Hong también era conocido por ser franco con el Emperador.

Un día durante un banquete, Song observó que el Emperador Guangwu no dejaba de mirar a las encantadoras bellezas pintadas en una pantalla.

Entonces, le dijo seriamente: “Es difícil encontrar a alguien que esté tan atraído a la virtud como a la lujuria”.

El Emperador inmediatamente ordenó que la pantalla fuera quitada y dijo con una sonrisa: “¿Y uno que siga buenos y justos consejos?”.

Song respondió: “Su Alteza ha mejorado su carácter. Estoy tan contento”.

Editado por Damian Robin.

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